La fotografía es el arte de la observación, de encontrar la belleza y el carácter en lugares inesperados. Este retrato de un Pato Muscovy (o Pato Criollo) es un ejemplo perfecto. Lejos de ser un ave exótica de una selva remota, el Muscovy es un habitante común de granjas y parques, pero su apariencia es todo menos ordinaria.
Este primer plano íntimo busca trascender el simple registro de un animal. Se enfoca en la increíble textura de las carúnculas rojas que enmarcan su ojo, casi como una máscara tribal, y en la intensidad de su mirada. La luz suave resalta el contraste entre la rudeza de la piel roja y la delicadeza de su plumaje blanco, creando un retrato lleno de personalidad y fuerza. Es una invitación a mirar más de cerca lo que nos rodea y a descubrir la singularidad en lo familiar.

